Ensayo
El Rol del docente en la mediación pedagógica de las prácticas educativas
Lcda. Yaquiraldy Osorio
El proceso educativo y formación de
los niños, niñas y adolescentes, considera la participación de todos lo entes
que hacen vida en el contexto escolar, comunitario, social, familiar,
cultural..., con un sentido de corresponsabilidad de todos los actores, en el
cual la escuela cumple la función de mediación social en las prácticas
pedagógicas que se desarrollan dentro y fuera del entorno escolar. En este
orden de ideas, se debe concebir la mediación como una intervención positiva
que vincula los diferentes ambientes que giran entorno la institución, para
crear un clima escolar de apoyo mutuo, cooperación y participación activa, que
permita fortalecer las prácticas educativas que se desarrollan y en fin único
beneficie a los estudiantes.
Ahora bien, se puede considerar
múltiples características que definen la mediación como un proceso de cambio
que soluciona conflictos desde una perspectiva positiva, considerando las
realidades y los hechos por encima de intereses o subjetividades, creando un
ambiente de respeto, confianza y transformación que invita al trabajo en
conjunto y armonía para el beneficio de todo el colectivo.
Por otra parte, es importante
discernir cual es el rol del docente como agente social de mediación
pedagógica entre las practicas
educativas, considerando que este juega un papel fundamental en la educación de
los niños y niñas y que su praxis forma a individuos para desenvolverse en el
contexto socio-comunitario día a día. Es por ello, que el docente como mediador
es un experto que domina contenidos, planifica pero es flexible; se establece
metas reales basadas en las necesidades e intereses; siendo su principal
objetivo que el estudiante potencie sus habilidades para que logre su plena
autonomía; promueve la enseñanza critico-reflexiva.
Aunado a esto se puede considerar que
el docente como medidor de los procesos educativos estimula la participación
protagónica y significativa, aceptando
las realidades del contexto para formular y organizar experiencias incluyentes
que involucren a todos, estableciendo conexiones de apoyo inter institucional y
extra institucional, determinando esos nudos críticos que desde los cotidiano
pueden estar interfiriendo en la transformación educativa. Es por ello que el
educador como agente de cambio debe conocer las realidades del contexto escolar
para comprenderlas y así poder diseñar planes de trabajo que respondan a las
mismas, conectando tres entes primordiales en la construcción de la
personalidad del niño, escuela-familia-comunidad.
En este sentido Prieto (1996) afirma
que el docente siempre tiene una interrogante que resolver, siendo una
constante búsqueda de solución a los problemas que se presentan en el
desarrollo de su labor educativa, es por ello, que el docente debe detectar los
aspectos que favorezcan o dificulten el aprendizaje con el fin de mejorarlos o
sustituirlos.
Actualmente, existen planes, programas
y proyectos que invitan a establecer vínculos educativos y comunitarios, tal es
el PEIC, concebido como un proyecto que entendiendo el espacio geo-histórico
cultural en el cual hace vida la escuela determina debilidades que intervienen
en el desarrollo pedagógico de los niños y niñas. En este sentido, se organizan
espacio de reflexión y encuentros que permitan contrastar todos los puntos de
vistas y en colectivo plantear esquemas de trabajo que beneficien a todos y
todas, estimulando el crecer como equipo y poder alcanzar la calidad educativa.
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